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Proartes

Proartes vive –sobrevive- de recursos públicos no tan cuantiosos como deberían ser, y con aportes de empresarios que conceden importancia a estas actividades culturales.

2 de noviembre de 2023 Por: Jorge Restrepo Potes
Jorge Restrepo Potes

La Asociación para la Promoción de las Artes –Proartes- fue creada en 1979. Surgió de una idea de don Leo Feldsberg, distinguido empresario, y del doctor Bernardo Garcés Córdoba, ilustre vallecaucano de exitoso desempeño como director de la CVC, y por haber sido durante cuatro años eficiente ministro de Obras Públicas en el Gobierno de Carlos Lleras Restrepo (1966-1970). El interés de este par de buenos ciudadanos era el de crear un ente que promoviera la cultura, y principalmente que grandes espectáculos de las artes representativas pudieran ser apreciadas en esta ciudad.

Nombraron a Amparo Sinisterra de Carvajal como primera presidenta de Proartes, y desde entonces ella ha sido su nervio vital. Todavía sigue al frente como presidenta honoraria, e interviene en todos los proyectos.

Feldsberg, Garcés y Amparo visitaron las empresas representativas de la región como Smurfit Cartón de Colombia, Asocaña, Banco de Occidente, Propal, Empresa Andina de Herramientas, y Fundación Carvajal, que aportaron significativos recursos, un millón cada una, en pesos fuertes de aquellos tiempos.

El primer gran espectáculo que trajo a Cali fue el Ballet de San Francisco. Luego se dio al empeño de rescatar el Festival de Teatro creado por Fanny Mikey, que presentó grandes obras del repertorio universal, con espacios para las creaciones vernáculas.

Por la dirección han pasado destacados personajes de nuestro mundo social e intelectual: Claudia Blum, Arturo Gómez, María Victoria Barrios de Gómez, Margarita Trejos, Beatriz Barros, y José Manuel Cantero. Hoy ocupa el cargo Mariana Garcés, una mujer fuera de serie quien por ocho años fue ministra de Cultura en la administración de Juan Manuel Santos, en donde dejó su indeleble impronta.

Hoy, Proartes lidera tres grandes proyectos: la Orquesta Filarmónica de Cali, que nos permite escuchar lo mejor de la música culta; la Bienal de Danza de Cali; y la Escuela de Música Desepaz en la Comuna 21 del Oriente de la ciudad, que enseña a chicos y chicas entre los seis y los diecisiete años de edad. Esta es una gestión magnífica que contribuye a la paz social en una ciudad tan llena de desencuentros.

Proartes vive –sobrevive- de recursos públicos no tan cuantiosos como deberían ser, y con aportes de empresarios que conceden importancia a estas actividades culturales. La Gobernación y la Alcaldía a través de la Asamblea y el Concejo deberían incluir en los presupuestos partidas suficientes para que Proartes pueda seguir con su noble trabajo, con menores afugias financieras.

Como asistente permanente a los conciertos de la Filarmónica, le expreso a Proartes mis sinceros agradecimientos.

***

Profundo dolor me causa la muerte de Leonardo César Tafur González, mi contemporáneo y amigo de tantos años, con quien inicié mi vida política en el movimiento creado por Carlos Holmes Trujillo Miranda. Tafur salió elegido al Concejo de Cali y yo a la Cámara de Representantes. Con el correr de tiempo, fuimos ambos miembros de la junta directiva de la Fundación Plaza de Toros de Cali, y él y yo logramos el acuerdo que puso fin a las diferencias de la Fundación con Plaza de Toros de Cali S.A., presidida entonces por Alfredo Domínguez Borrero. Gran señor, abogado prestigioso, poeta, historiador, y excelente persona fue el doctor Tafur González. Mis sinceras condolencias a su apreciada familia.

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