Artrosis de cadera: cuáles son los síntomas y cómo prevenirla

La artrosis de cadera, también conocida como osteoartritis de cadera, es una condición degenerativa de las articulaciones que afecta la cadera, una de las más importantes y utilizadas del cuerpo humano. Esta afección puede provocar dolor, limitar la movilidad y afectar la calidad de vida de quienes la padecen.

Se trata de una afección común que afecta el cartílago que recubre las superficies articulares de la cadera. Con el tiempo, el cartílago se desgasta, lo que provoca que los huesos rocen entre sí, causando dolor, inflamación y limitación del movimiento.

La artrosis de cadera suele ser más común en personas mayores, pero también puede afectar a personas más jóvenes debido a lesiones o factores genéticos. Sin duda, la edad es una de sus principales causas debido al desgaste natural del cartílago debido al envejecimiento.

El peso corporal es otro factor decisivo ya que su exceso impone una carga adicional sobre la articulación de la cadera, lo que puede acelerar el desgaste del cartílago. Ejercicios físicos y esfuerzos mal realizados, así como fracturas o dislocaciones, pueden aumentar el riesgo de desarrollar artrosis en el futuro.

¿Cuáles son sus síntomas?

Las señales de la artrosis de cadera pueden variar en intensidad y gravedad. Si la artrosis de cadera no se trata a tiempo o no recibe un manejo adecuado, la condición puede empeorar y tener un impacto significativo en la calidad de vida de la persona afectada.

La limitación para realizar movimientos, el dolor crónico, la discapacidad, la necesidad de un procedimiento quirúrgico con mayores riesgos para la movilidad y en general el deterioro de la calidad de vida pueden ser algunas de las consecuencias más graves de este padecimiento. De allí la importancia de identificarlo a tiempo. Algunos de los rasgos más comunes incluyen:

• Dolor: el dolor en la cadera es el síntoma más característico de la artrosis. Puede ser constante o aparecer al realizar actividades que implican movimiento de la cadera.
• Rigidez: puede dificultar el movimiento, especialmente después de períodos de inactividad o al levantarse por la mañana.
• Inflamación: la articulación de la cadera puede hincharse y sentirse caliente al tacto debido a la inflamación.
• Disminución de la movilidad: la movilidad de la cadera puede estar limitada debido al desgaste del cartílago y la inflamación.

• Deformidades: en casos avanzados, la artrosis de cadera puede llevar a la aparición de deformidades en la articulación.

Si bien la artrosis de cadera no puede prevenirse por completo, se pueden tomar medidas para reducir el riesgo de desarrollar esta condición o retrasar su progresión. Las principales recomendaciones están relacionadas con la práctica de hábitos saludables y la preocupación por la ejecución de movimientos que eviten su desgaste.

Mantener un peso adecuado siempre será una de los consejos más importantes, pues esto puede aliviar la carga sobre la articulación de la cadera. Asimismo, se recomienda la adopción de una rutina de ejercicios de bajo impacto para fortalecer los músculos alrededor de la cadera y proporcionar apoyo a la articulación; en oposición no es recomendable la práctica deportiva de alto impacto sobre la cadera para protegerla tanto de lesiones como de un desgaste excesivo.

Una dieta equilibrada y rica en nutrientes también puede contribuir al mantenimiento de la salud articular en esta zona del cuerpo. Los pescados grasos, las frutas, las legumbres y los productos lácteos bajos en grasa son ideales para la protección de toda la estructura ósea y muscular de la cadera.

Si se presentan síntomas de dolor o rigidez en la cadera, es importante buscar atención médica para un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento temprano. De igual manera, también se recomienda que en caso de requerir suplementación nutricional para fortalecer la zona medular, esta sea guiada por un profesional de la salud para mantener un adecuado funcionamiento del organismo.