Salud
Cálculos en la vesícula: estos son los primeros síntomas
Ante la presencia de dolor o molestia, lo ideal es recurrir con un médico de cabecera.
En la vesícula biliar suelen acumularse depósitos endurecidos de fluido digestivo, que se liberan al intestino delgado, lo que toma por nombre como cálculos en este pequeño órgano, “con forma de pera, ubicado en la zona derecha del abdomen, justo debajo del hígado”, según información de Mayo Clinic.
“Los cálculos biliares (de la vesícula) tienen tamaños que oscilan entre pequeños, como granos de arena, hasta grandes, como pelotas de golf. Algunas personas desarrollan solamente un cálculo biliar, mientras otras desarrollan muchos cálculos biliares al mismo tiempo. Quienes tienen síntomas con los cálculos biliares, por lo general, requiere que le extraigan la vesícula biliar con cirugía. Los cálculos biliares que no causan signos ni síntomas, por lo general, no necesitan tratamiento”, agregó el Instituto Internacional de Investigación Clínica.
La única manera de extraer los cálculos biliares, por lo general, es a través de la extracción de la vesícula biliar con intervención quirúrgica. De hecho, aunque esta afección no causan signos ni síntomas, ni requieren de tratamiento, en ocasiones suelen presentarse dolores y molestias que suelen se un dolor de cabeza para las personas que lo padecen.
Síntomas y signos de los cálculos en la vesícula
Según la fuente citada, estos son los principales síntomas que generan los cálculos renales:
- Dolor repentino, el cual se intensifica en la parte central del abdomen, justo debajo del esternón.
- Dolor de espalda justo entre las escápulas.
- Molestias constantes en el hombro derecho.
- Náuseas o vómitos que no desaparecen.
Se debe consultar con un médico experto en casos donde los signos representen un riesgo o donde sean intolerables, según expertos, especialmente cuando exista: “dolor abdominal tan intenso que no puedes sentarte en posición derecha o encontrar una posición cómoda, color amarillento de la piel y en la parte blanca de los ojos (ictericia) y fiebre alta con escalofríos”.
Por ello, es fundamental seguir una dieta baja en grasas para tratar los cálculos biliares, pero eso no implica eliminar completamente las grasas de la dieta diaria, sino controlar su consumo. Solo en casos avanzados se deben eliminar por completo.
Para prevenir los dolores causados por los cálculos renales, los expertos recomiendan adoptar una alimentación y estilo de vida más saludables. Aquí algunas recomendaciones clave:
- Hidratación adecuada: es fundamental mantenerse bien hidratado para diluir las sustancias que pueden precipitar y formar los cálculos renales. Se recomienda consumir al menos 2 litros de agua al día, aunque las necesidades pueden variar según la actividad física, el clima y otros factores individuales. Además del agua, infusiones sin cafeína, como té de hierbas o agua de coco, también son recomendables para una adecuada hidratación.
- Limitar el consumo de sodio: el exceso de sodio en la dieta puede aumentar la excreción de calcio en la orina, lo que incrementa el riesgo de formación de cálculos de oxalato de calcio, el tipo más común. Se debe limitar el consumo de alimentos procesados, que son ricos en sodio, y evitar el exceso de sal de mesa en las comidas. Se puede optar por condimentar los platos con especias y hierbas naturales en su lugar.
- Moderar el consumo de proteínas animales: el exceso de proteínas, especialmente las de origen animal, puede aumentar la excreción de calcio en la orina y elevar el riesgo de formación de cálculos renales. Se recomienda equilibrar la dieta con fuentes de proteínas vegetales como legumbres, tofu y frutos secos, que no aumentan la excreción de calcio en la orina como lo hacen las proteínas de origen animal.
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