Cómo afecta el envejecimiento al corazón, la memoria, la piel y los huesos; claves para prevenir estas afectaciones

La edad es uno de los principales factores de riesgo para muchas enfermedades. Sin embargo, no todos los cambios asociados al envejecimiento implican problemas de salud.

A raíz de eso, especialistas de la Clínica Mayo de Estados Unidos elaboraron un artículo en el que consignan los cambios que se pueden esperar en esta etapa de la vida en lo vinculado a salud cardiovascular, visual, auditiva, sexual, ósea y articular, entre otras áreas.

“¿Te preguntas qué es lo que se considera normal en el proceso de envejecimiento? Esto es lo que puedes esperar que suceda a medida que envejeces y lo que puedes hacer al respecto”, introducen.

Y apuntan que, si bien “no se puede detener el proceso de envejecimiento”, se pueden “tomar decisiones que mejoren tu capacidad de mantener una vida activa, de hacer las cosas que disfrutas y de pasar tiempo con tus seres queridos”.

Corazón y envejecimiento

“El cambio más común en el sistema cardiovascular es la rigidez de los vasos sanguíneos y las arterias, lo que hace que el corazón se esfuerce más para bombear sangre a través de ellos”, explican desde la Clínica Mayo.

“Los músculos del corazón cambian para ajustarse a la mayor carga de trabajo. La frecuencia cardíaca en reposo permanecerá más o menos igual, pero no aumentará durante las actividades tanto como antes. Estos cambios aumentan el riesgo de presión arterial alta (hipertensión) y otras enfermedades cardiovasculares”, añaden.

Para mejorar la salud del corazón, las recomendaciones son:

✓Incorpora la actividad física a tu rutina diaria.

✓Seguir una dieta saludable.

✓No fumes.

✓Controla el estrés.

✓Dormí lo suficiente.

Envejecimiento de huesos, articulaciones y músculos

“Con la edad, los huesos tienden a encogerse en tamaño y densidad, debilitándose y haciéndose más susceptibles a las fracturas. Puede que incluso te vuelvas un poco más bajo. Los músculos generalmente pierden fuerza, resistencia y flexibilidad, factores que pueden afectar tu coordinación, estabilidad y equilibrio”, explican los especialistas.

¿Qué puedes hacer para cuidarlos?

✓Consumí cantidades adecuadas de calcio. Las fuentes de calcio en la dieta incluyen productos lácteos, brócoli, kale, salmón y tofu.

✓Obtené cantidades adecuadas de vitamina D. La ingesta diaria recomendada de vitamina D es de 600 unidades internacionales para adultos de hasta 70 años y 800 unidades internacionales para adultos mayores de 70 años.

✓Incorpora la actividad física. Los ejercicios en los que se carga el peso del cuerpo, como caminar, trotar, jugar al tenis, subir escaleras y entrenar con pesas, pueden ayudarte a desarrollar huesos fuertes y a disminuir la pérdida ósea.

✓Evitá el abuso de sustancias. Evitá fumar y limitá el consumo de bebidas alcohólicas. Preguntale a tu médico cuánto alcohol podría ser seguro para tu edad, sexo y salud general.

Envejecimiento y salud digestiva

Según explican los autores del artículo, los cambios estructurales en el intestino grueso relacionados con la edad pueden provocar más estreñimiento en los adultos mayores. Otros factores que influyen en estos cambios son la falta de ejercicio, no tomar suficientes líquidos y una dieta baja en fibra.

Además, medicamentos, como los diuréticos y los suplementos de hierro, y ciertas afecciones médicas, como la diabetes, también podrían contribuir al estreñimiento.

¿Qué puedes hacer para prevenir el estreñimiento?

✓Seguir una dieta saludable. Incluí en tu dieta alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y granos enteros. Limita las carnes con alto contenido de grasa, los productos lácteos y los dulces, que podrían causar estreñimiento. Toma mucha agua y otros líquidos.

✓Hacer actividad física. El ejercicio regular puede ayudar a prevenir el estreñimiento.

✓No ignores las ganas de ir al baño. Retener una evacuación intestinal durante demasiado tiempo puede causar estreñimiento.

La vejiga y las vías urinarias en el envejecimiento

El aparato urinario también sufre modificaciones con el correr de los años. “La vejiga puede volverse menos elástica a medida que pasan los años, lo que provoca la necesidad de orinar con más frecuencia. El debilitamiento de los músculos de la vejiga y del suelo pélvico puede dificultar el vaciado completo o hacer que se pierda el control de la vejiga (incontinencia urinaria)”, precisan desde la Clínica Mayo.

Y sostienen que n los hombres, si la próstata está agrandada o inflamada también puede causar dificultad para vaciar la vejiga y la incontinencia.

Otros factores que contribuyen a la incontinencia son el sobrepeso, el daño nervioso causado por la diabetes, ciertos medicamentos y el consumo de cafeína o alcohol.