¿Cómo preparar el jugo de sábila para reducir el colesterol, los triglicéridos y el azúcar en la sangre?

Poder contar con una buena salud física hay que contar con muchos factores. Uno de ellos es el ejercicio físico, otro las buenas costumbres de higiene personal, así como los hábitos sencillos que van desde dormir la cantidad adecuada de horas hasta usar de manera regulada la tecnología para no desgastar la mente o la vista.

Sin embargo, más allá de todos esos elementos hay uno que destaca sobremanera. Se trata de la alimentación, puesto a que lo que se consume en forma de comida o bebida es la principal fuente de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales que son necesarios para que el organismo desarrolle los procesos metabólicos internos o las actividades diarias con normalidad.

En ese sentido, los profesionales expertos cada vez más instan a sus pacientes a volcar la mirada hacia lo natural, debido a que todas aquellas sustancias que provienen directamente de la tierra o de los animales, sin la influencia de lo químico e industrial, tienen menos contraindicaciones con una mayor lista de beneficios.

Por eso la Organización Mundial de la Salud ha mostrado el panorama actual en materia de alimentación, señalando las comidas que deberían priorizarse junto con aquellas que más perjuicio ocasionan.

“Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. Actualmente, las personas consumen más alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal/sodio; por otra parte, muchas personas no comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales”, indica la entidad.

Asimismo, otras de las sustancias que también representan una gran fuente de componentes beneficiosos son las plantas. Una de ellas, por ejemplo, es la sábila o aloe vera, la cual tiene grandes propiedades para la salud.

Una de sus preparaciones más populares para aprovechar todas sus bondades en forma de jugo, para lo que se necesitará retirar las hojas de la planta, lavarlas, secarlas y cortar las espinas. Ya con lo anterior listo, se debe cortar la base de la planta y dejar reposar de forma vertical, a fin de que la parte líquida amarillenta debajo de la cáscara se escurra.

Luego de lo anterior, se cortarán partes laterales de la hoja y se removerán con delicadeza. Se retirará el gel con la savia y se pondrán 100 g en una licuadora con un litro de agua.

Se pueden añadir ingredientes como miel para endulzar y frutas como limón o naranja para tener un sabor más agradable. Se licuará y debe beberse de inmediato.

Así se prepara el aloe vera para hidratar el cabello

Debido a las propiedades de este elemento, es común ver que sea utilizado para algunos tratamientos en el cabello. Incluso, muchos de los productos del mercado para belleza incluyen el aloe vera y lo venden como una de sus mejores cualidades.

Una de las propiedades más destacadas del aloe vera para el cuidado del cabello es su capacidad para hidratar y acondicionar en profundidad. El gel de aloe vera penetra en el folículo piloso y el cuero cabelludo, proporcionando una hidratación intensa sin dejar una sensación grasosa.

El aloe vera también contiene enzimas proteolíticas, que ayudan a reparar y fortalecer el cabello dañado. Estas enzimas eliminan las células muertas del cuero cabelludo y promueven el crecimiento de nuevos folículos pilosos. Su riqueza en vitaminas y minerales esenciales como las vitaminas A, C y E, que nutren el cabello desde la raíz hasta las puntas, lo fortalecen y previniendo la rotura.

Además de productos industriales que contienen el gel aloe vera como ingrediente principal, esta planta puede usarse a través de mascarillas capilares que pueden incluso prepararse en casa junto con otros elementos como el aceite de coco o la miel.

Estas mascarillas capilares caseras son recomendadas para cabello normal o seco, pero si se tiene algún problema específico en el cuero cabelludo o se requiere un tratamiento específico, es preferible consultar a un profesional antes de usarlas.

Ingredientes:

• 2 cucharadas de gel de aloe vera fresco (extraído de una hoja de aloe vera)
• 1 cucharada de aceite de coco virgen extra

Instrucciones:

En un recipiente pequeño, se mezcla el gel de aloe vera y el aceite de coco hasta obtener una consistencia uniforme. Esta pasta se aplica sobre el cabello limpio y húmedo, asegurándose de cubrir desde las raíces hasta las puntas.

Hay que masajear suavemente el cuero cabelludo para estimular la circulación sanguínea y favorecer la absorción de los nutrientes y dejar actuar la mezcla durante 20 o 30 minutos para posteriormente enjuagar abundantemente con agua tibia y proceder a lavar el cabello como de costumbre.