Salud
El batido que ayuda a mejorar la concentración y combate el envejecimiento prematuro
De hoja color verde intenso, sabor amargo y textura áspera, esta col tan alabada aporta grandes beneficios a nuestra salud.
La col Kale o col rizada, es una crucífera que lleva ya un tiempo causando furor. Desconocida para muchos hasta hace relativamente poco. Se trata de una hortaliza muy conocida y utilizada para alimentar a los animales. Chefs, nutricionistas, actrices y modelos no dejan de difundir sus beneficios, y parece que este superalimento ha venido para quedarse.
Propiedades y beneficios del Kale
De hoja color verde intenso, sabor amargo y textura áspera, esta col tan alabada aporta grandes beneficios a nuestra salud. Se trata de un vegetal sumamente completo, de la familia cuyo nombre botánico es Brassica oleracea, a la que pertenecen la coliflor, col, repollo, brócoli y coles de Bruselas.
¿Cuáles son sus propiedades?
- Alto contenido en hierro. Más elevado que la carne de vacuno.
- Alto contenido en calcio. Es un alimento muy recomendado para mantener los huesos en buen estado, y fundamental para el correcto funcionamiento de la actividad celular.
- Alto contenido en Omega3.
- Rico en otras Vitaminas:
- Rico en minerales. Aparte de FE y CA, contiene una cantidad considerable de Potasio y Magnesio.
- Ayuda a combatir el colesterol, ya que actúa como secuestrador de bilis en el estómago, siendo esta una forma de colesterol procesada por el hígado, evitando su reabsorción.
- Prevención del cáncer. Esta característica la comparte el Kale con las demás crucíferas,como por ejemplo el brócoli, gracias a los glucosinolatos.
- Poder antioxidante. Gracias a los carotenoides y flavonoides.
Todas estas propiedades nutricionales, con un aporte calórico que ronda las 45 Kcal por cada 100 gramos, hacen del Kale un alimento concentrado en buenos nutrientes y ligero al mismo tiempo.
Cómo incluir el Kale en nuestra dieta.
- En Crudo: Las propiedades nutritivas de los vegetales se mantienen intactas si los consumimos en crudo. Por eso, siempre es recomendable que, aunque llegue el frío, acompañéis vuestro plato principal caliente con una ensalada. La hoja de Kale es muy dura, y por eso conviene masajearla al aliñarla, para conseguir que el aliño empape bien. Otra forma estupenda de consumirlo crudo es en batido, junto con otras hortalizas y frutas.
- Salteado: Con un poco de ajo, y cebolla pochada para darle un toque de dulzor. Cocinado de esta manera puede servir perfectamente para hacer una tortilla.
- Al horno: Nada más fácil que prepararlas de esta forma, asadas unos minutos en el horno, convirtiéndolas en crujientes chips.
- Blanqueado: En agua hirviendo 30 segundos y remojando enseguida en agua con hielo, perderá pocas de sus propiedades, manteniendo aún su firmeza y su color verde intenso. Sécalo bien, e incluso lo podrás congelar. Deja volar tu imaginación y úsalo como usarías otra hortaliza de hoja.
Cómo utilizar el bicarbonato de sodio para combatir las arrugas
El bicarbonato de sodio es un polvo blanco y cristalino que se ha utilizado durante siglos por sus diversas propiedades beneficiosas para la salud y el bienestar. Este compuesto químico, también conocido como bicarbonato de sodio o carbonato ácido de sodio, es un verdadero aliado para el cuidado de la piel y ha ganado popularidad por su capacidad para combatir las arrugas y mejorar la apariencia cutánea.
Se trata de una sal compuesta por iones de sodio, hidrógeno, carbono y oxígeno y es un producto que se encuentra de manera abundante en la naturaleza, en minas de soda o natron y también se obtiene sintéticamente a través de un proceso de producción industrial.
Este compuesto es conocido por sus propiedades exfoliantes, antiinflamatorias y antibacterianas, lo que lo convierte en una opción popular para el cuidado de la piel. Sus partículas finas y suaves ayudan a eliminar las células muertas de la piel, dejándola suave y renovada, pero a su vez puede calmar la piel irritada y reducir la inflamación leve.
Específicamente en cuanto a las arrugas, si bien el bicarbonato de sodio no puede eliminarlas por completo, sobre todo las profundas, puede ser beneficioso para reducir la apariencia de las finas, así como de las líneas de expresión debido a sus propiedades exfoliantes y de equilibrio del pH.
Es importante usar el bicarbonato de sodio con precaución y no aplicarlo directamente en la piel sin diluir, ya que su pH alcalino puede alterar el equilibrio natural de la piel y causar irritación.
El uso más común del bicarbonato de sodio para este objetivo es por medio de una mascarilla facial, una o dos veces por semana, para la cual se requiere 1 cucharada de este producto, una cucharada de agua (o suficiente para formar una pasta) y 1 cucharadita de aceite de oliva o aceite de coco como opciones para hidratar.
La mascarilla se forma mezclando el bicarbonato de sodio con suficiente agua para formar una pasta suave y si se desea puede agregarse una pequeña cantidad de aceite de oliva o aceite de coco para brindar hidratación adicional.
La preparación se aplica sobre la piel limpia y húmeda, evitando el área de los ojos, además, realizando movimientos circulares suaves durante unos minutos para exfoliar suavemente.
Sobre el final del proceso la mascarilla se enjuaga bien con agua tibia y se seca la piel con suaves palmadas para aplicar crema hidratante.