Salud
El ejercicio que desafía las estadísticas: Cómo evitar infartos a través de una práctica poco común
Una clave para prevenir los infartos estaría en las piernas.
También conocido como ataque al corazón, un infarto ocurre cuando se produce una obstrucción en una de las arterias coronarias que suministran sangre al músculo cardíaco. Esta obstrucción interrumpe el flujo sanguíneo y puede provocar daño o muerte del tejido cardíaco debido a la falta de oxígeno y nutrientes.
A nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que cada año se producen alrededor de 17.9 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares, que incluyen los infartos de miocardio. Estas enfermedades son la principal causa de muerte en todo el mundo.
En cuanto a Colombia, según la misma OMS, en el año 2016 se reportaron aproximadamente 44.245 muertes atribuidas a enfermedades del sistema circulatorio y es factible que estas cifras hayan incrementado en los últimos años.
En este tipo de situaciones, tanto la alimentación como los estilos de vida saludable, en especial el ejercicio físico frecuente, son fundamentales para prevenir los infartos.
Sin embargo, un reciente estudio identificó que la práctica de un ejercicio poco común podría reducir ostensiblemente las probabilidades de padecer este tipo de eventos que en muchos casos son súbitos y fulminantes para la vida.
Esta investigación fue presentada durante el congreso Heart Failure 2023 organizado por la Sociedad Europea de Cardiología (SEC) y desarrollado por científicos de la Universidad de Kitasato en Japón, quienes determinaron que la musculatura de las piernas está se relaciona con menos probabilidades de infarto, una mejor recuperación en caso de sufrirlo y menores probabilidades de insuficiencia cardíaca.
Para esto, durante cuatro años y medio, los expertos hicieron un seguimiento de 932 pacientes que habían sido hospitalizados por un infarto agudo de miocardio durante un periodo de 13 años, entre 2007 y 2020. Todos los pacientes, de los cuales el 81 % eran hombres, tenían una mediana de edad de 66 años, y no sufrían insuficiencia cardíaca previa al inicio de la investigación.
Durante el periodo de estudio a los participantes se les midió periódicamente la fuerza máxima de su cuádriceps a través de un dinamómetro de mano; se sentaron en una silla y contrajeron este músculo lo más fuerte posible durante cinco segundos. Los resultados se anotaron y la fuerza del cuádriceps en kilogramos se dividió por el peso corporal de los pacientes también en kilogramos y se multiplicó por 100.
Tras el procesamiento de los valores obtenidos se pudo establecer que 67 pacientes desarrollaron insuficiencia cardíaca y se comprobó una incidencia de este fenómeno solo en el 10,2 por 1000 personas al año en los pacientes con alta fuerza de cuádriceps, y de 22,9 por 1000 personas al año en los pacientes con baja fuerza de cuádriceps. Es decir, que los participantes del estudio con una fuerza de cuádriceps elevada tendrían un 41% menos de riesgo de sufrir insuficiencia.
“La fuerza del cuádriceps es fácil y simple de medir con precisión en la práctica clínica. Nuestro estudio indica que esta fuerza podría ayudar a identificar a los pacientes con un mayor riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca después de un infarto de miocardio, lo que a su vez ayudaría a que reciban un control y vigilancia más intensos”, dijo Kensuke Ueno, coautor del estudio y fisioterapeuta de la Escuela de Graduados en Ciencias Médicas en la Universidad de Kitasato de Japón.
¿Cómo fortalecer los cuádriceps?
Realizar con frecuencia ejercicios que estimulen esta zona en las extremidades inferiores puede ser beneficioso incluso para mejorar la estabilidad de las rodillas, la movilidad y el rendimiento en diversas actividades físicas. Estas son algunas estrategias y ejercicios que pueden ayudar a fortalecer este grupo de músculos.
Sentadillas: para realizarlas basta con colocarse de pie con ellos separados al nivel de los hombros. Se doblan las rodillas y se baja el cuerpo haciendo el gesto para sentarse en una silla. Es fundamental mientras se ejecuta el movimiento mantener la espalda recta y los talones en contacto con el suelo. Este ejercicio se puede hacer con el propio peso corporal o agregar resistencia utilizando mancuernas o una barra.
Estocadas: en estos ejercicios se da un paso hacia adelante con una pierna y se dobla ambas rodillas para llevar el cuerpo hacia abajo. Hay que mantener la rodilla delantera alineada con el tobillo y la rodilla trasera cerca del suelo. Luego, se empuja con la pierna delantera para volver a la posición inicial. Las piernas se alternan y se repite el movimiento.
Ciclismo: puede montarse en bicicleta al aire libre o utilizar una bicicleta estática en el gimnasio. Es importante ajustar la resistencia según el nivel de condición física y pedalear de manera constante. El ciclismo también es un ejercicio beneficioso para el sistema cardiovascular en general.
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