¿Es saludable comer rápido? Expertos responden y revelan truco para tener una mejor digestión

El corre corre diario al que se someten la gran mayoría de los ciudadanos, trae consigo múltiples consecuencias. 24 horas para muchos no alcanzan y menos ahora donde las tareas diarias traen consigo una serie de trajines propios de la época.

Esos apuros se notan especialmente en la alimentación de las personas, pues en su gran mayoría o no comen bien o por el contrario comen muy rápido.

En su gran mayoría prefieren consumir alimentos mientras que realizan alguna otra actividad como revisar las redes sociales o mientras ejecutan alguna otra tarea.

Y aunque la situación parece no ser de importancia, lo cierto es que el hecho de comer ‘a la carrera’ puede causar graves daños a la salud.

Se puede engordar

Subir de peso es una de las primeras consecuencias negativas que se puede presentar al comer de manera rápida, sobre todo porque las hormonas del estómago no han tenido el tiempo de advertirle al cerebro que ya es suficiente.

“Cuando no le das tiempo a las hormonas producidas en el estómago y el intestino para enviar las señales al cerebro, particularmente al hipotálamo, encargado de regular la alimentación, este no se entera de que el estómago ya está lo suficientemente expandido y satisfecho”, mencionó la jefa de la carrera de Nutriología de la Facultad de Estudios Superiores (FES), plantel Zaragoza de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, Mariana Valdés Moreno.

Agregando que lo mismo pasa con el intestino. “Y aunque tu organismo ya sació sus necesidades, tú sigues comiendo sin parar”, argumentó.

En síntesis lo que se terminará haciendo es comiendo de más, sobre todo porque llegará el momento en que se alterará la seña del hambre entre el estómago, el intestino y el cerebro.

Por ello es necesario mencionar que solo 20 minutos tarda el cerebro en reaccionar a todo aquella información que le llega desde las hormonas que intervienen en el proceso digestivo.

“Cuando empezamos a comer la hormona responsable de la saciedad tarda aproximadamente 20 minutos en informar al cerebro de que estamos llenos. Así que si comemos rápido es más probable que acabemos ingiriendo comida en exceso”, detalló Ana Molina, licenciada en Farmacia y dietista y nutricionista en AM Nutrición Integral.

Si usted come rápido y no mastica bien, la comida llegará al estómago en trozos grandes, lo que dificultará la digestión causando pesadez y sobre todo estreñimiento.

Otra consecuencia que es necesaria de dar a conocer es que cuando se tienen los alimentos poco tiempo en la boca, éstos no se saborean bien, por lo que la persona opta por consumir comidas con sabores más intensos, con más grasa y más azúcar, lo que a la final va a generar consecuencias a la salud.

Ojo con la diabetes y la hipertensión

El solo hecho de masticar rápido, puede llevarlo a sufrir severos transtornos de salud, tal y como lo han demostrado varios estudios realizados por la UNAM, donde se comprobó que la rapidez al ingerir alimentos están directamente relacionados no solo con la obesidad, sino también con enfermedades como la diabetes o la hipertensión, enfermedades que sin duda son las principales causas de mortalidad alrededor del mundo.

Pero esto no está estrechamente ligado con los adultos, sino también con los niños, tal y como lo demuestra una investigación ejecutada por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición, donde se conoció que los niños y niñas entre los 3 y 6 años de edad, que comen rápido tienen sobrepeso y sobre todo niveles altos de presión arterial o glucosa en su torrente sanguíneo.

Trucos para una mejor digestión

1. No coma todo el tiempo. No caiga en el error de pensar que si come todo el día algo ligero estará en síntonía con su cuerpo.

2. Lo ideal es realizar 5 comidas al día: 3 fuertes y 2 snacks. Los alimentos los debe ingerir masticando adecuadamente y con tranquilidad. Recuerde que no deben pasar más de 4 horas entre comidas.

3. Cumpla con una rutina. El hábito que debe implementar es comer siempre a la misma hora. Así no tendrá hambre y tratará de no ‘picar’ entre comidas.

4. Mastique los alimentos unas 40 veces. Con ello ingerirá un 10 % menos calorías y ayudará a que el proceso de digestión sea más rápido

5. Coma despacio. Esto le permitirá a su cuerpo absorber los nutrientes que necesita de cada alimento.

6. Disfrute de cada bocado, finalmente es su cuerpo el que se lo agradecerá.