Salud
Medicamentos vencidos: aprenda cómo desecharlos
La mala disposición de la medicina que ya expiró o está deteriorada no solo es un riesgo para la salud pública, sino también para el medio ambiente. No use el lavamanos, la basura ni el sanitario para desecharla.
Por: Valentina Silva Rubiano, del Semillero de Periodismo UAO – El País
Uno de los desafíos ambientales más grandes que enfrenta Colombia es la gestión inadecuada de medicamentos vencidos (conocidos también como trazas de medicamentos), parcialmente consumidos o averiados, un problema poco visible en el día a día, pero de gran impacto ecológico y con enormes riesgos para la salud pública.
Las trazas de medicamentos, por ejemplo, impactan negativamente en los cuerpos hídricos, alterando sus características físicas y químicas.
Según el experto ambiental Juan Andrés Quintero, estos residuos pueden tener efectos devastadores a lo largo del tiempo, ya que algunos compuestos son bioacumulables. Los peces expuestos a sustancias como estrógenos o antibióticos pueden perder su capacidad reproductiva, lo que altera el equilibrio de los ecosistemas acuáticos, explica.
Además, los métodos de tratamiento de agua en Colombia no son lo suficientemente efectivos para eliminar estas trazas de medicamentos. Como resultado, estas sustancias pueden encontrarse en el agua potable, lo que crea un riesgo adicional. La resistencia microbiana es uno de los problemas que esto genera, ya que nuestro organismo se adapta a estas sustancias, disminuyendo su efectividad cuando realmente las necesitamos.
En Colombia se acostumbra a guardar medicamentos parcialmente consumidos, esperando a ser usados una próxima vez, acota Juan Camilo Pinzón, gerente de Operaciones de la organización Punto Azul, pero, en realidad, “terminan siendo desechados en el lavamanos o en las canecas de basura, sin darse cuenta la gente el daño que pueden causar”.
Punto Azul es una organización sin ánimo de lucro que trabaja en la gestión posconsumo de medicamentos (ahora de envases plásticos también), y cuyo objetivo principal es asegurarse de que Colombia cuente con una estrategia sólida para la recolección de medicamentos, evitando así la contaminación del medio ambiente y garantizando la protección de la salud pública.
¿Qué son los medicamentos vencidos?
En un boletín sobre programas de posconsumo, el Ministerio de Ambiente de Colombia aclara que no considera medicamentos vencidos “los residuos de fármacos o medicamentos vencidos como jeringas, agujas, cuchillas y demás elementos corto punzantes, residuos de gasas, algodones, telas, curaciones, residuos con riesgo biológico o infeccioso (restos de tejidos, fluidos corporales), residuos que no están relacionados con medicamentos (empaques de jabones, frascos de champú, latas de plaguicidas domésticos)”.
Algunos de estos ejemplos se clasifican como residuos de riesgo biológico y deben ser desechados en bolsas de color rojo. Generalmente, estos hacen parte de los desechos de clínicas y hospitales y su recolección tiene un tratamiento especial, diferente al de los hogares.
Pero no preocupan solo los medicamentos posconsumo. Ahora existe una creciente alerta por los “contaminantes emergentes”, que son, por ejemplo, aquellos medicamentos que terminan contaminando el agua y que posteriormente serán consumidos por los ciudadanos, pues, algunas plantas de tratamiento de agua en Colombia no están diseñadas para retener dichos residuos.
Un comunicado de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, FDA (por sus siglas en inglés), indica que “los productos médicos vencidos pueden ser menos eficaces o más riesgosos debido a un cambio en la composición química o a una disminución en la potencia. Ciertos medicamentos vencidos tienen el riesgo de presentar un crecimiento bacteriano y los antibióticos con una potencia reducida pueden no atacar las infecciones, ocasionando enfermedades más graves y resistencia a los antibióticos”.
La doctora Ilisa Bernstein, subdirectora de la Oficina de Cumplimiento del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA, advierte que “una vez pasada la fecha de caducidad, no hay garantía de que la medicina será segura y eficaz”.
Una red de recolección
Para luchar contra esta problemática, Punto Azul ha logrado asociarse con alrededor de 300 empresas en todo el país, recolectando más de 3500 toneladas de medicamentos (los cuales son recolectados en gramos) y en promedio, 14.500 toneladas de plástico.
Esta red cuenta actualmente con más de 2400 Puntos Azules otorgando cobertura en casi todo el territorio nacional, desde pequeñas droguerías de barrio hasta grandes superficies y supermercados.
Para que no haya una mala disposición de medicamentos que ya han expirado o están deteriorados, Punto Azul tiene diversas estrategias, tales como las campañas de recolección, reciclatones, rutas de educación y concientización para personas de todas las edades, desde jóvenes hasta ancianos sobre la contaminación medioambiental a través de medicamentos y por supuesto, los Puntos Azules.
Los Puntos Azules son una red de puntos de recolección estratégicamente ubicados en todo Colombia, donde se depositan medicamentos vencidos, parcialmente consumidos o averiados, así como envases y envoltorios, con el fin de prevenir la contaminación.
“Como profesional en el área ambiental, he tenido la oportunidad de comprender su propósito, pero es fundamental que la comunidad en su conjunto también lo haga.
Colocar estos Puntos Azules no es suficiente; debemos acompañarlos con una campaña educativa efectiva, que podría aprovechar las redes sociales y otros medios de comunicación para llegar a un público más amplio.
Además, es crucial abordar la cuestión de la automedicación y promover un consumo y desecho adecuado de los medicamentos recetados. En este sentido, es imperativo establecer normativas para regular estos contaminantes que, actualmente, carecen de regulación”, indicó.
Por otro lado, la investigadora señaló que es esencial fortalecer el control sobre la venta de medicamentos, “asegurándonos de que solo se adquieran mediante fórmulas médicas. Lo más importante es concientizar a la población sobre la importancia de no desechar los residuos de medicamentos en el inodoro o la basura, sino en puntos específicos destinados para su tratamiento, evitando así la contaminación de las fuentes hídricas y, en última instancia, protegiendo nuestra salud cuando consumimos agua”.
Cómo ayudar desde casa
“Es crucial que desde nuestros hogares cambiemos nuestros hábitos y empecemos a clasificar adecuadamente los medicamentos y envases. Esto no solo beneficia al medio ambiente, sino también a la salud pública. Consecuentemente, luego de realizar la separación, podemos semanal, quincenal o mensualmente llevar los residuos al Punto Azul más cercano, es lo que recomienda Pinzón.
Esta iniciativa planea ampliar su alcance y aumentar la participación de personas y empresas. “Queremos llegar a todos los municipios y asegurarnos de que cada colombiano tenga acceso a una gestión adecuada de medicamentos y otros residuos”, concluye.
Firellys Árevalo, ciudadana de Cali que acostumbra a hacer un uso adecuado de estos residuos, señala que “carecemos de educación y orientación sobre cómo gestionar adecuadamente los residuos de medicamentos en nuestros hogares. Así que escuchemos a lo que nos puedan enseñar y tomemos las herramientas que nos están dando para que podamos hacer las cosas bien. Reciclar y separar los residuos no es nada imposible, no es difícil, es solamente tener la voluntad para hacer lo que conviene y nos beneficia a todos”.
Tenga en cuenta
En Cali existen alrededor de 130 puntos azules instalados, igualmente, ingresando a www.puntoazul.com.co se pueden ver todos los puntos alrededor del país. Con tan solo colocar una palabra clave como la ciudad o el barrio, se desplegará toda la información.
Estudio
- Eliana Marcela Jiménez Bambague, estudiante del doctorado en Ingeniería de la Universidad del Valle, busca una respuesta para evitar que residuos farmacéuticos contaminen los ríos, a través de la optimización de los sistemas de tratamiento de agua residual en Colombia.
- En su investigación, en la que trabaja desde 2015, apuesta por la implementación de algas que eliminan contaminantes del suelo y del agua, las cuales son usadas en un proceso de tratamiento de agua diseñado con biotecnología, y que se halla en fase de prototipado y en camino a ser patentado.
- En la investigación se determinó que Cali genera un aporte importante de ibuprofeno, gemfibrozilo, naproxeno, paracetamol, sulfametoxazol y estronas sobre el Cauca, un río que pasa por 180 municipios de Colombia. (Fuente: Diario El País, de Cali).
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