¿Qué alimentos no se le deben de dar a una persona con Alzheimer?

El Alzheimer introduce cambios significativos en la vida de quienes lo padecen, dificultando la correcta alimentación. ¿Cómo se pueden asistir en este aspecto crucial? El deterioro cognitivo asociado con el Alzheimer impide que los afectados mantengan una dieta saludable con facilidad, a menudo resultando en perdida de peso. Sin embargo, hay pautas y estrategias que se pueden implementar para mejorar su alimentación.

La enfermedad del Alzheimer progresa a través de diversas etapas, y es fundamental observar las dificultades específicas que enfrenta el paciente al comer, para ofrecer soluciones adecuadas.

La demencia puede afectar la salud dental, por lo que es relevante mantener una buena higiene bucal y realizar revisiones dentales periódicas. Problemas como boca seca, llagas, dientes sensibles o encías inflamadas pueden hacer que el paciente evite comer, incluso si no puede expresarlo.

La confusión también puede complicar las comidas. Es importante revisar la vista del paciente para asegurar que vea la comida adecuadamente. Identificar sus alimentos preferidos, minimizar ruidos molestos y evitar distracciones durante las comidas puede hacer que este momento sea más agradable y efectivo.

Dieta variada y fácil de consumir

Una dieta equilibrada, rica en fruta, verduras, proteínas de alta calidad, legumbres y cereales integrales, es esencial para todos, incluyendo a quienes sufren de Alzheimer. Sin embargo, para estos pacientes, la preparación y presentación de los alimentos son tan importantes como los ingredientes mismos.

Para conservar la autonomía del paciente el mayor tiempo posible, es recomendable preparar comidas que se puedan comer con las manos, como sándwiches, frutas cortadas, croquetas y buñuelos. Es vital evitar alimentos con espinas, huesos pequeños, filamentos, semillas o frutos secos para evitar riesgos al masticar.

En etapas avanzadas, los purés y alimentos triturados serán adecuados. Además, hay que asegurarse de que los alimentos no estén demasiado fríos o calientes y optar por sabores suaves y platos poco condimentados.

Consejos para las comidas

La paciencia es clave a la hora de ayudar a una persona con Alzheimer a comer adecuadamente. Evitar las prisas y permitir varias comidas pequeñas a lo largo del día (unas cinco) puede asegurar una ingesta adecuada de nutrientes.

• Siempre que sea posible, el paciente debe comer sentado a la mesa y en compañía. Mantener una postura adecuada es esencial; si el paciente inclina la cabeza hacia atrás, debemos moverla hacia adelante suavemente.
• Guiar su mano para usar el cubierto (preferiblemente una cuchara) con paciencia y cariño puede ayudar a evitar el agobio.
• Utilizar manteles y platos de colores neutros, y optar por platos hondos y jarras anchas en lugar de vasos, también puede facilitar el proceso.
• Es importante monitorear las cantidades de comida, ya que el paciente puede olvidar que ya ha comido y querer seguir comiendo, lo que podría llevar a excesos.
• Si el paciente no quiere abrir la boca, tocar suavemente su barbilla o mandíbula puede estimularle, y mostrarle cómo comemos nosotros mismos puede animarle a imitar.

Finalmente, aunque estas recomendaciones son útiles, siempre es esencial contar con la supervisión de un especialista para monitorear el peso y la nutrición del paciente. En caso de carencias nutricionales, el especialista puede recomendar los suplementos alimenticios necesarios.

Con estas pautas, podemos ayudar a las personas con Alzheimer a mantener una alimentación adecuada y mejorar su calidad de vida.