¿Qué puede causar la resequedad de los labios?

Los labios resecos son una queja común entre muchas personas, especialmente durante los meses más fríos o en áreas con climas secos. Aunque a menudo se considera un problema menor, la resequedad en los labios puede ser incómoda y afectar tanto la apariencia como el bienestar general.

Los labios resecos, también conocidos como queilitis, ocurren cuando la piel de los labios se vuelve áspera, agrietada y sensible. Los síntomas pueden variar desde una sensación de tirantez y sequedad hasta dolor, descamación e incluso sangrado en casos más graves.

Estos síntomas pueden empeorar al hablar, comer o exponer los labios a condiciones adversas como el frío, el viento o el sol de una manera excesiva.

La principal causa de la resequedad en los labios es la pérdida de humedad de la piel. Los labios carecen de glándulas sebáceas, responsables de producir aceites naturales que ayudan a mantener su hidratación. Esto hace que los labios sean especialmente susceptibles a la deshidratación y la resequedad.

Además, hay una serie de factores que pueden contribuir a la resequedad en los labios, como:

• Exposición ambiental: los cambios en la temperatura, la exposición al frío, el viento o la luz solar intensa pueden agotar la humedad natural de los labios y contribuir a su resequedad.

• Respiración por la boca: respirar constantemente por la boca, ya sea debido a problemas respiratorios o hábitos como roncar, puede secar los labios debido al flujo de aire constante.
• Deshidratación: la falta de consumo adecuado de agua puede afectar la hidratación de todo el cuerpo, incluyendo los labios.
• Hábitos de lamido o mordisqueo: lamerse los labios repetidamente o morderse los labios puede empeorar la resequedad, ya que la saliva puede eliminar la humedad natural de la piel.
• Productos irritantes: el uso de productos labiales que contienen ingredientes irritantes como perfumes o alcoholes, puede agravar la resequedad en los labios.

A partir de estas causas de la resequedad, muchas de ellas derivadas de algunas malas prácticas, también existen algunas que se recomiendan para mantenerlos humectados, evitando esta molesta sensación o complicaciones mayores de salud como heridas abiertas o aftas bucales, dolorosas y más complejas de tratar.

Entre las principales recomendaciones se encuentra la hidratación. Beber suficiente agua durante todo el día ayuda a mantener en buen estado muchos órganos y partes del cuerpo, incluyendo los labios.

También es importante, sobre todo en climas muy fríos o secos, aplicar regularmente bálsamos labiales hidratantes y protectores para ayudar a mantener los labios humectados y protegidos de estas condiciones ambientales adversas. Es recomendable elegir bálsamos labiales que contengan ingredientes naturales, como manteca de karité, aceite de coco, cacao o vitamina E.

En este mismo sentido, la aplicación de estos productos se vuelve casi que obligatoria en caso de tener cierta tendencia a lamerse o morderse constantemente los labios. Tener una sensación de humectación y frescura en los labios puede evitar la saliva. Hay que tener en cuenta a la hora de elegir productos labiales, leer las etiquetas y evitar aquellos que contengan ingredientes irritantes.

En algunos casos, la resequedad en los labios puede ser un síntoma de una afección subyacente más grave. En este grupo se encuentran situaciones como la la falta de ciertos nutrientes; vitamina B2 (riboflavina) o vitamina B3 (niacina).

Asimismo, la resequedad podría ser producto de la psoriasis o la dermatitis atópica, enfermedades que afectan la piel y puede causar la formación de placas escamosas y secas.

Si los síntomas persisten, empeoran o se acompañan de otros problemas, como dolor intenso o infección es recomendable buscar el diagnóstico de un profesional médico con el fin de seguir un tratamiento con los productos adecuados que eviten agravar la afección.