Suplemento natural para bajar el colesterol y los triglicéridos altos

La búsqueda constante de alternativas para mantener una salud cardiovascular óptima ha llevado a muchas personas a explorar opciones naturales, como los suplementos, que pueden ser de gran ayuda en la regulación de los niveles de colesterol. Junto con hábitos saludables y una dieta equilibrada, estos suplementos pueden contribuir a mantener el colesterol en niveles adecuados. En este artículo, se destacan 10 suplementos naturales que han demostrado ser efectivos en este sentido, así como la forma de tomarlos adecuadamente.

Cuando los resultados de un análisis de sangre revelan un desequilibrio en los niveles de colesterol, es fundamental adoptar medidas para proteger la salud cardiovascular y prevenir riesgos a largo plazo. Acompañar una alimentación balanceada con suplementos naturales puede ser una estrategia complementaria para abordar esta preocupación.

Dentro de la gama de suplementos que pueden ayudar a regular el colesterol, se encuentra el policosanol, un compuesto extraído de la caña de azúcar que ha demostrado reducir el colesterol total al disminuir su producción por parte del hígado. La dosis recomendada oscila entre 5 y 10 mg, una o dos veces al día.

Otro suplemento de interés es la levadura de arroz rojo, que contiene estatinas, conocidos medicamentos para el control del colesterol. Se recomienda tomar entre 2 y 3 g diarios durante las comidas, a lo largo de un período mínimo de 12 semanas.

El beta-sitostanol, que se añade a algunas margarinas para contrarrestar la posible elevación del colesterol, ha demostrado ser efectivo en la reducción del colesterol total y del LDL. La dosis habitual oscila entre 0,5 y 5 g diarios, tomados entre media hora y una hora después de las comidas.

El sitostanol, por su parte, extraído de aceites vegetales o madera de pino, se ha mostrado capaz de reducir hasta un 15% el colesterol LDL con dosis de aproximadamente 2 g diarios durante tres semanas.

El gamma-oryzanol, derivado del aceite de salvado de arroz, es recomendado para reducir tanto el colesterol como los triglicéridos. Su dosis sugerida es de 300 mg diarios, divididos en tres tomas.

El ajo es otro suplemento que ha sido respaldado por numerosos estudios en la reducción del colesterol LDL y la elevación de los niveles de HDL. Consumir un diente de ajo crudo al día durante unas 10 semanas puede llevar a una reducción promedio del 12% en los niveles de colesterol.

Los ácidos grasos omega-3, presentes en aceite de pescado, han demostrado ser efectivos en la reducción de triglicéridos séricos al ingerir 3-4 g al día.

La lecitina, presente en la yema de huevo o la soja, es útil para el tratamiento del hígado graso y el exceso de colesterol. Las dosis varían de 10 a 30 g diarios.

La goma guar, una fibra soluble extraída de la semilla de Cyamopsis tetragonoiobus, puede reducir la absorción del colesterol total y del LDL. Las dosis recomendadas son de 3 a 5 g durante o después de las comidas.

Finalmente, el glucomanano, un polisacárido derivado de la planta Amorphophallus konjac, actúa como fibra soluble que absorbe parte de las sales biliares en el intestino y facilita su eliminación. Las dosis recomendadas son de 1 a 1,5 g, dos o tres veces al día, durante o después de las comidas.

No obstante, antes de incorporar cualquier suplemento a la rutina diaria, es crucial consultar con un profesional de la salud para garantizar que sea una opción segura y adecuada para cada individuo.

Cómo consumir el aloe vera para bajar el colesterol y regular la presión arterial

El aloe vera, también conocido como sábila, es una planta medicinal que ha sido valorada por sus múltiples propiedades beneficiosas para la salud. Según el portal Tua Saúde, especializado en salud, nutrición y bienestar, esta planta contiene vitaminas A y C, así como minerales, y posee propiedades antioxidantes, prebióticas, antiinflamatorias e inmunomoduladoras. Además de estas cualidades, el aloe vera también puede ser utilizado para contribuir a la regulación del colesterol y la presión arterial.

Para aprovechar estos beneficios, se sugiere consumir el aloe vera en forma de jugo. El jugo de aloe vera contiene antioxidantes que ayudan a prevenir la oxidación de las células de grasa, lo que a su vez puede contribuir a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, lo que puede tener un impacto positivo en la prevención de problemas de salud como la aterosclerosis, el infarto de miocardio y el derrame cerebral.

Para preparar el jugo de aloe vera, es necesario seguir algunos pasos. Se empieza por retirar las hojas de la planta, lavarlas y secarlas cuidadosamente. Luego, se cortan las espinas y la base de la planta. Se coloca la planta en posición vertical para que la parte líquida amarilla debajo de la piel se escurra.

Después de esto, se cortan las partes laterales de la hoja y se extrae el gel con cuidado para evitar contaminarlo con la savia que aún pueda contener la planta. Este gel se coloca en una licuadora en una proporción de 100 g de gel por 1 litro de agua. Si se desea, se puede añadir una cucharada de miel y una fruta como limón o naranja para mejorar el sabor. Finalmente, se licua la mezcla y se bebe inmediatamente.