Té de romero para regular el colesterol y mejorar la memoria

El romero es una de las plantas más antiguas y características del mediterráneo. Desde la antigüedad, se le han atribuido poderes mágicos ya que tienen una gran reputación para fortalecer la concentración y la memoria.

Esta es una planta aromática silvestre que abunda en matorrales, claros del bosque, laderas pedregosas y márgenes de caminos. Sus hojas son lineales, duras, finas y con márgenes doblados hacia adentro. Tienen un sabor fuerte que recuerda al pino y un olor intenso, que lo hace apropiado como condimento.

La flor de romero es pequeña y de colores blanco, rosado, azul o púrpura y tiene usos alimentarios y cosméticos. Entre su composición se encuentra un aceite esencial con borneol, pineno, alcanfor, canfeno y cineol, ácido rosmarínico, rosmaricina, ácido ursólico, principios amargos, flavonoides y taninos. Esta composición hace que planta posea un altísimo potencial curativo que ha sido ampliamente desarrollado en la medicina popular.

Romero para la memoria

Según informó el portal cuerpomente.com, “gracias a sus propiedades circulatorias el romero se muestra como una ayuda válida en el tratamiento de síntomas seniles y para apoyar el esfuerzo intelectual de estudiantes, creativos o investigadores, obligados a hacer arduos ejercicios de memorización de datos y conocimientos”.

Té de romero

Ingredientes

• 1 rama de romero seco
• 1 taza con agua
• Endulcorante al gusto

¿Cómo se prepara?

• Agregar el romero en el agua hirviendo
• Dejar infusionar de 3 a 5 minutos
• Revolver las hojas de romero.
• Servir en a tasa con el endulcorante favorito

Gracias a los antioxidantes del romero, las personas que lo consumen pueden gozar de diferentes beneficios para la salud, entre ellos se encuentra una buena salud cerebral, que conlleva a mejorar la memoria y mantener el buen humor en aquellas que lo acostumbran a consumir. Adicionalmente, esta hierba contiene ácido rosmarínico y ácido carnósico, dos sustancias que pueden estimular los neurotransmisores.

Los beneficios del romero para el colesterol

Además de su aporte para la memoria, el romero ayuda a disminuir el colesterol en la sangre y los triglicéridos, a su vez, posee propiedades para disminuir la tensión arterial, por ello, es conciderado como un excelente remedio para mantener la salud del corazón y prevenir las enfermedades cardiovasculares.

Al mismo tiempo, la planta contiene antioxidantes, unas sustancias que ayudan a contrarrestar el daño ocasionado por los radicales libres favoreciendo la salud de todo el organismo.

Remedios caseros con romero

Para la migraña

Para preparar este remedio, se necesitan cantidades iguales de romero, betónica, ginkgo y anís estrellado. Para prepararlo, se hierve una cucharada de esta mezcla en un vaso de agua durante un minuto. Luego, se deja reposar durante cinco minutos y se filtra el líquido. Se recomienda tomar dos o tres vasos al día hasta que la crisis disminuya.

Estimular la circulación

Para preparar este remedio, se necesitan cantidades iguales de romero, centella asiática, vid roja y ginkgo. Para hacerlo, debe hervir una cucharada sopera de esta mezcla en un vaso de agua durante 30 segundos. Después, dejar reposar durante cinco minutos y filtrar el líquido. Es recomendable tomar dos vasos a lo largo del día. Además, si se necesita una mayor cantidad del remedio, se puede utilizar como baño local.

Contraindicaciones del romero

En términos generales, el romero es una planta segura para su uso. Sin embargo, se debe evitar su consumo en casos de obstrucción de las vías biliares, ya que puede agravar esta condición.

“Debido a su capacidad para estimular la circulación, el romero puede elevar la presión arterial, por lo que no es recomendable para personas que padecen hipertensión”, así lo destacó mundodeportivo.com.

Además, las personas particularmente sensibles pueden experimentar reacciones alérgicas si se utiliza externamente.

Es importante tener precaución con el aceite esencial de romero, ya que puede tener un ligero efecto tóxico si se ingiere internamente. Por lo tanto, se desaconseja su uso durante el embarazo y la lactancia, así como en presencia de ciertas condiciones médicas.