Editorial
Alerta por los glaciares
“Preservar los glaciares no es solo una necesidad medioambiental, económica y social. Es una cuestión de supervivencia”, dijo Celeste Saulo, secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial.

Lo acaban de advertir los expertos en el clima: el 2024 será recordado como el año en que los glaciares del mundo registraron una alarmante pérdida de masa. De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), estos reservorios de agua dulce están desapareciendo y la tendencia está muy lejos de detenerse, según las más recientes estadísticas y seguimientos. Se trata de una cuestión de supervivencia para el planeta.
En el año 2024, las 19 regiones glaciares del mundo perdieron 450.000 millones de toneladas de masa. En solo tres años (2022-2024), los glaciares han sufrido una de las mayores reducciones de hielo, lo que dimensiona la magnitud del cambio climático. Además, desde que comenzaron los registros en 1975, los glaciares perdieron más de 9 billones de toneladas.
Según un estudio satelital publicado el año anterior, el Kilimanjaro, por ejemplo, conserva solo 8,6% de su glaciar, el monte Kenia apenas un 4,2% y la cadena del Rwenzori, en Uganda, el 5,8%.
Los glaciares son esenciales para el equilibrio hídrico. Aunque la pérdida de masa en algunas zonas como el Ártico canadiense o los glaciares periféricos de Groenlandia ha sido moderada, otras regiones, como Escandinavia, Svalbard y el norte de Asia, han vivido su peor año registrado.
A este ritmo, explican los expertos en el clima, muchos de los glaciares de regiones como el oeste de Canadá, Estados Unidos, Escandinavia, Europa Central, Nueva Zelanda, no sobrevivirán al Siglo XXI. Si aquello ocurre, las consecuencias serían devastadoras para el suministro de agua de cientos de millones de personas.
Colombia, según el Ideam, ha perdido en las últimas década el 90% de su cobertura glaciar y hoy apenas le quedan 33 kilómetros cuadrados. El año pasado se extinguió el glaciar Conejeras, parte del Nevado Santa Isabel que aceleró su derretimiento debido al Fenómeno de El Niño.
“Preservar los glaciares no es solo una necesidad medioambiental, económica y social. Es una cuestión de supervivencia”, dijo Celeste Saulo, secretaria general de la OMM. Se trata de un llamado urgente para todos los gobiernos, empresas y ciudadanos a tomar conciencia de que estamos ante una crisis global que solo se puede mitigar mediante un enfoque coordinado para frenar el calentamiento global.
La única respuesta posible es la reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero, y eso debe ser la prioridad número uno.
“No podemos negociar las leyes físicas del deshielo”, dice además Stefan Uhlenbrook, director del Departamento Agua y Criosfera de la OMM. La inacción frente a la crisis climática es una opción peligrosa que solo acelera el colapso de nuestros sistemas naturales.
Lo que preocupa en medio de esta tragedia ambiental que vive el planeta es el regreso al poder de negacionistas del cambio climático, como Donald Trump, lo que retrasaría decisiones que se deben tomar ya. “Ignorar el problema hoy no ayudará a encontrar las soluciones que se requieren”, advirtió Stefan Uhlenbrook.
El futuro de los glaciares, y de la humanidad, está en nuestras manos, y no hay otro momento para actuar que no sea hoy.
Regístrate gratis al boletín de noticias El País
Te puede gustar