Editorial
Revolución de pájaros
El Kilómetro 18 de la vía al mar es considerado en la actualidad como uno de los mejores lugares en el mundo para el avistamiento de aves.
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Los pájaros han iniciado una silenciosa revolución en Cali y el Valle del Cauca, donde se cuentan 989 especies. Todo comenzó hace una década, cuando se realizó en la ciudad la primera Feria Internacional de las Aves de Colombia. Desde entonces, la revolución de los pájaros no se ha detenido.
Gracias a la feria, las aves se han convertido en un motor de transformación social en diferentes rincones. Sucede por ejemplo en el Kilómetro 18 de la vía al mar, una zona donde en el pasado abundaban los cazadores, o quienes encerraban a las aves en jaulas, y hoy en cambio son guías turísticos para avistadores, pajareros y fotógrafos.
Las fincas del Kilómetro 18 igualmente cambiaron su vocación. Anteriormente destinadas a la agricultura, la ganadería o como casas de veraneo, dieron un giro radical para dedicarse a la conservación del bosque de niebla San Antonio, y con ello abrir sus puertas a los miles de extranjeros que llegan en busca de avistar aves que jamás han pasado frente a sus binóculos: el Quetzal de Cabeza Dorada, el Tucán Colirojo, el Záfiro de Corona Violeta, por citar apenas unos cuántos.
De hecho, el Kilómetro 18 de la vía al mar es considerado en la actualidad como uno de los mejores lugares en el mundo para el avistamiento de aves.
El gran aliado de los pájaros para transformar el territorio se llama Carlos Mario Wagner, fundador de la Feria de Aves. Habitante de la zona, Carlos Mario, siendo un jovencito, y pese a la inseguridad de la época, los secuestros masivos que alguna vez hizo la guerrilla, comenzó a luchar para que la comunidad de este sector rural y paradisiaco comprendiera que cuidar el bosque, y por lo tanto las aves, era también proteger el futuro económico de todos.
Carlos Mario empezó a salir para avistar aves en el bosque de niebla y de a poco se le fue uniendo más y más gente, al principio por pura curiosidad de conocer lo que hacía, después por pura pasión, hasta consolidar todo un movimiento de conservacionistas y pajareros que hoy ha transformado la economía local y del departamento.
Fruto de ese movimiento han surgido nuevas iniciativas, como la Red de Clubes de Observadores de Aves del Valle del Cauca, que acaba de presentar la CVC, una iniciativa que busca promover la educación ambiental, la ciencia ciudadana y el amor por las aves.
Al integrar a más de 300 personas de diferentes municipios de la región, la red amplifica el mensaje de que la biodiversidad es un bien común que debe ser cuidado y celebrado, otra alternativa para cumplir el propósito trazado en la reciente COP16: convertir a Cali en una ciudad sostenible.
Los pájaros, con su feria que se realiza por estos días, lo están logrando.
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