La seguridad de Cali y el Valle para la COP16, la cumbre mundial sobre biodiversidad a realizarse en octubre próximo, es una prioridad. Por ello es significativo el parte de tranquilidad que se da con el anuncio sobre el aumento del pie de fuerza que tendrá a su cargo la vigilancia y protección de la región antes, durante y después del evento internacional, el más importante acogido por Colombia en tiempos recientes. El apoyo de la ciudadanía será indispensable en ese propósito.

Según informaron las autoridades del orden local, departamental y nacional, la estrategia de seguridad incluye la llegada en las semanas previas a la Cumbre de 4000 efectivos más para la Policía Metropolitana, que se unirán a los 6570 uniformados que hoy patrullan las calles de la ciudad y las poblaciones vecinas. Así mismo, las Fuerzas Militares contarán con 1600 integrantes adicionales a los apostados en el Batallón Pichincha y en los comandos especiales, que estarán destinados a mantener el orden público en el Valle y sus alrededores.

Ese aumento de la Fuerza Pública es necesario para enfrentar el reto que conlleva velar por la tranquilidad de la región, brindar el acompañamiento que requieren las delegaciones oficiales, los participantes y los visitantes que llegarán a la COP16, al igual que para cuidar a los caleños, así como los diferentes lugares donde se desarrollará la Conferencia de las Partes.

Se debe reconocer que los tiempos recientes no han sido fáciles para la comarca por cuenta del accionar de grupos al margen de la ley. Tampoco se puede negar que una urbe como Cali, donde confluye la mayoría de los problemas que afectan al suroccidente del país, tiene complicaciones debido a la inseguridad y la violencia. Pero así mismo hay que admitir el trabajo incansable de la Policía y de las Fuerzas Armadas para contrarrestar a quienes buscan desestabilizar al Valle y a su capital.

Ello permite asegurar que las estrategias organizadas para vigilar y proteger al departamento durante la cumbre mundial de la biodiversidad, serán eficientes y blindarán a la ciudad. En ese objetivo, los caleños tienen un papel fundamental que es acompañar a sus autoridades, mantenerse alerta sobre lo que ocurre en su entorno, denunciar situaciones sospechosas y así, entre todos, hacer un gran frente ciudadano por la seguridad.

Es momento para pedirle a la Nación que una parte de ese personal uniformado adicional que llegará en los próximos meses, se quede de forma permanente en Cali. Así se empezará a superar el rezago y a reducir el déficit de agentes del orden del que adolece desde hace años la capital vallecaucana.

La COP16 es una oportunidad única para Cali, para el Valle y para Colombia; para mostrar su diversidad biológica y ser el centro de la discusión de las decisiones que se deben tomar con el objetivo de darle un respiro al planeta y garantizar que siga siendo la gran casa donde habita la humanidad en armonía con su entorno.

Por eso es bueno que desde los gobiernos Central, Departamental y Local, se dé un parte de tranquilidad sobre la seguridad que rodeará la Cumbre mundial de la biodiversidad.