El pais
SUSCRÍBETE

Editorial

Un mundo en guerra

La guerra es quizá el único escenario en el que no hay ganadores...

7 de enero de 2025 Por: Editorial
Alrededor del planeta hay 56 conflictos armados activos, una cifra que no se veía desde la Segunda Guerra Mundial. | Foto: Salud hernández-mora-semana

El expansionismo, las diferencias ideológicas y políticas, los intereses económicos y la sed de poder, arropados todos bajo el manoseado discurso de la defensa de la soberanía, tienen al mundo ad portas de una Tercera Guerra Mundial.

Tan alarmante como la manera en la que vienen escalando las guerras alrededor del mundo y se libran conflictos armados internos en cerca de medio centenar de países, es la pasividad con la que los organismos como la ONU, creados para garantizar la paz y la convivencia en el mundo, se han sentado a esperar el desenlace de esas confrontaciones a través de noticieros o de la pantalla de un teléfono celular.

El resultado del más reciente informe conocido como el Índice de Paz Global, un estudio que realiza el Instituto para la Economía y la Paz, y que mide los avances en materia de paz en el mundo, pero que sirve también de termómetro sobre la actitud bélica en diversas regiones del mundo, es desesperanzador.

Advierte la organización con sede en Australia, que alrededor del planeta hay 56 conflictos armados activos, una cifra que no se veía desde la Segunda Guerra Mundial y que en esas confrontaciones se encuentran involucrados un total de 92 países. Es decir que la mitad de las naciones del mundo, especialmente en Asia y África, se encuentran en guerra.

Preocupan, especialmente, la guerra entre Rusia y Ucrania, nación que ha recibido el apoyo de los países europeos reunidos en la Organización del Tratado Atlántico Norte, Otan, y los Estados Unidos; así como la guerra interminable que libra el Estado de Israel ya no solo contra la organización rebelde palestina de Hamás, sino contra el grupo islamista Hezbollá y contra países como Líbano, Yemen e Irán.

O las confrontaciones internas que tienen escenario en Siria, Yemen, Sudán, Nigeria o Haití, por mencionar solo algunos, que vienen dejando no solo desolación y poblaciones destruidas, sino violaciones graves a los derechos humanos, hambrunas, miseria y muerte.

Tensiones regionales sin resolver, aupadas por la falta de protagonismo de organismos multinacionales creados para evitar una nueva guerra global y en donde las potencias del mundo están prevaleciendo la defensa de sus aliados políticos o ideológicos sobre el futuro de la vida en el planeta.

Pareciera necesario que quienes lideran las grandes potencias volvieran a dar un repaso a los libros de historia para recordar cómo la desmedida sed de poder redujo la mitad del planeta a cenizas. Con el agravante que hoy varios de los países protagonistas tienen en su poder armas nucleares y químicas y han dado muestra de estar dispuestos a usarlas.

Sería absurdo e irracional que teniendo un organismo como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la comunidad internacional deba esperar a tener en frente un mundo en ruinas para empezar a tomar medidas. Tal como ocurrió a mediados de 1945, cuando se creó la ONU, y cuando la Segunda Guerra Mundial cobraba alrededor de 60 millones de vidas, la pobreza arrasaba sociedades enteras y el mundo era un cuadro de devastación.

La frase de Albert Einstein sobre la probabilidad de una tercera guerra mundial es lapidaria: “No sé con qué armas se luchará la tercera guerra mundial, pero la cuarta se luchara con palos y piedras”. La guerra es quizá el único escenario en el que no hay ganadores, en el que todos pierden, y esas ansias de poder amenazan con exterminar la vida en el planeta y devolver la civilización a épocas primitivas.

Descarga la APP ElPaís.com.co:
Semana Noticias Google PlaySemana Noticias Apple Store

Regístrate gratis al boletín diario de noticias

AHORA EN Editorial